Hola! Me llamo Melina y tengo 12 años. Estoy aburrida esta noche en mi casa mientras mamá prepara la comida. Supongo yo, vengo de una familia normal, y vivo en Uruguay (Si, en ese pedazo de tierra forever alone al lado de Argentina). Creo que tengo cosas importantes para decir, y no tengo donde entonces usé este Blog. Sigo el ejemplo de un libro llamado "El Blog de Julieta Penino", donde una chica cuenta lo que no puede decir a través de un Blog. Este será mi caso.
Bueno, empiezo. Estamos a lunes, no fui al colegio ni voy a ir por toda esta semana porque estamos de vacaciones de primavera. El viernes hubo merienda compartida, como todos los días antes de vacaciones. Y entonces, la perra de la maestra (discúlpenme) nos puso un ejercicio de matemática que si no terminábamos no salíamos al recreo. Obvio, como mala estudiante que soy, me quedé hasta lo último. Y confieso me tranqué en una parte y tuve que usar la calculadora de mi celular.
¡Para qué! Cuando termino de hacer la cuenta tengo a la maestra en frente mío, exigiéndome el celular. Tuve que dárselo, pero ella ordenó unas cosas en el salón y salio puerta afuera con mi celular en su bolsillo. Fui a pedírselo. En el momento de hablarle, empecé a mover las manos, me salía una voz temblorosa y mounstruosa, mientras se "me pianto un lagrimón". No, eh, no es de débil. Eran nervios nomás. Al final la maestra me dio me celu diciendo que quería que desapareciera en mi mochila. Asi lo hice, ¡y más bien!
Se vé que todos tenemos días malos, pero como los mios ningunos. Para colmo de males, mi madre llegó alterada del trabajo y me tuve que bancar su cara de tuje todo el rato. Dios míooooooooo... Pero no, tengo que estar 0 estrés. Dios. Me llaman a comer, menos mal que escribo rápido. Al ratito que vengo escribo mis pensamientos.
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